¿Cuál es el mejor revestimiento para piscinas?
En piscinas de obra particulares esta suele ser una de las decisiones más importantes. ¿Qué tipo de material elegir para revestir la piscina? Una opción es el clásico gresite, otra el gres porcelánico. La climatología o el mantenimiento son algunos de los factores que debemos tener en cuenta a la hora de escoger.
Como especialistas en azulejos y pavimentos, con frecuencia asesoramos a clientes que llegan hasta Azulejos Brihuega buscando una solución para sus piscinas. Las dos opciones que más aconsejamos, por su durabilidad y pensando en el largo plazo, son el gresite y el gres porcelánico.
Revestimientos para piscinas
El gresite es la opción más clásica, los clásicos mosaicos de color azul que revisten piscinas públicas y privadas. Una alternativa duradera y fiable en el largo plazo, que soporta a la perfección los cambios de temperatura y los productos químicos.
Entre sus inconvenientes, podemos encontrar que en el largo plazo alguna de sus teselas se desprenda. Esto obliga a hacer las reparaciones pertinentes lo más rápido posible. De lo contrario podrían generarse problemas mayores de impermeabilización.
Por otro lado, para quienes escojan esta opción, es importante saber que hay un universo de gresite de colores que va mucho más allá del clásico azul. Actualmente la gama de color es amplísima y permite jugar con la imaginación para tener una piscina única.
Una solución cada vez más recurrente es el gres porcelánico. Es un tipo de revestimiento que no requiere de mantenimiento, soporta los productos químicos y los cambios de temperatura. Además, es posible escoger modelos con tratamiento antideslizante, añadiendo un plus de seguridad.
Por otro lado, a nivel de estética las opciones disponibles son numerosísimas. Sin duda es una alternativa creativa y muy segura a nivel técnico.
Al margen de estas dos opciones, existen algunas más. Por ejemplo la pintura sintética para piscinas. Se puede utilizar en piscinas de hormigón y es resisten al cloro.
Esta es una solución más económica en el corto plazo, aunque a la larga requiere de un mantenimiento mayor. De hecho, es necesario repintar al menos cada dos años.
¿Qué factores tener en cuenta para elegir bien?
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